selecto y escogido público fue un éxito de esos que vienen inesperadamente, como una gracia. Fue una experiencia tan insólita que mantuvieran sus ojos y oídos abiertos que yo mismo no reparé en que estábamos ya en la misma madruga.
Y de un tiempo ya pasado, no sé cuánto hace, he intentado recuperar sobre los zarzales cercanos donde han ido y venido danzando como seroja del camino algunos que vuelan persistentes:
La virtud de mi pequeño auditorio, he de reconocer, era mucho más grande que mi osadía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario