martes, 10 de diciembre de 2013

Para crear un marco de convivencia, ¿perdonar?

Es una tragedia que un mismo sujeto pueda ser considerado, a la vez, asesino para sus víctimas y héroe para sus devotos. ¿Qué significa entonces perdonar? ¿Puede haber perdón sin justicia? ¿Qué decir ante el olvido?
"¿Cómo es posible que haya un país en el que una persona mata a su salvador? ¿... que una persona dé la orden de matar a su primo? La pregunta se la ha hecho este lunes Pedro María Baglietto, cuyo hermano fue asesinado por ETA en mayo de 1980. Junto a él estaba en la mesa, en las jornadas organizadas por Bakeola, en el Palacio Euskalduna, Carmen Hernández, la viuda de Jesús María Pedrosa, concejal del PP asesinado en el año 2000, y dos alumnas de Colegio Vizcaya que participaron en el programa con víctimas del terrorismo.
Ramón Baglietto fue asesinado por un joven al que dieciocho años antes del atentado le salvó la vida, y cuando el jefe de ETA, Antxon Etxebeste, era primo suyo. Pese a todo, los dos reconocieron haber perdonado y abogaron por buscar un marco de convivencia entre vascos. La coordinadora del programa, Rocío Salazar, y la profesora del Colegio Vizcaya María Sánchez también siguieron el relato de Baglietto. “Yo he perdonado a los que asesinaron a mi hermano en los años de plomo, pero entiendo a quien no lo hace. Perdonar no es obligatorio y por tanto están en su legítimo derecho quienes ni olvidan ni perdonan”, ha dicho tras valorar la actitud de las víctimas que, salvo alguna excepción, “no han aplicado la venganza. Si se hubiera aplicado la venganza esta tierra se hubiera convertido en un Ulster”, ha añadido. Baglietto ha asegurado que en Euskadi solo ha habido unos que han matado y otros que han muerto pese a lo cual apostó por seguir construyendo la paz con una “pedagogía de la no violencia, de la no venganza y del Estado de derecho”.  Carmen Hernández, la viuda de Jesús María Pedrosa, concejal del Partido Popular en Durango asesinado por ETA en 2000, dijo que ya no siente “la necesidad de que le pidan perdón” porque ella ya ha perdonado, algo que consideró una “liberación”. Hernández dijo que “todos tenemos algo que aportar y somos necesarios para construir, un marco de convivencia”".  
Quiero recordar que sólo es posible la convivencia entre personas libres e iguales sometidas al imperio de la ley. Lo demás es una trampa para el atropello y la servidumbre. Esta es la base de una auténtica democracia. En el más elemental derecho de visitación debe reconocerse esa voluntad de igualdad, libertad y racionalidad compartida que deberá autentificarse permanentemente. Quien no haya partido de esa voluntad sólo podrá legitimarse a través del PERDÓN, es decir de perdonarse, de ejercer aquella capacidad que toda persona tiene de REPARAR, COMPENSAR Y RECTIFICAR hacia quienes han mantenido su mejor disposición para que ese proceso se produzca. Es su única forma de "perdonar" porque PERDONAR/PERDONAR es sólo PERDONARSE (es decir REPARAR, COMPENSAR Y RECTIFICAR más allá de la ineludible justicia, proceso que deben afrontar quienes impidieron que cualquier otra persona pudiera ejercer su voluntad de convivencia, es decir, todos los criminales de ETA, sus colaboradores, consentidores y cuantos miraron hacia otro lado). 

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