las cucarachas permanecen a través de generaciones y que estos bichos repugnantes no son una anécdota cultural como ella y su conservadurismo reaccionario. Nosotros somos los nuevos. Los que permanecemos para siempre, más allá de las veleidades de la tradición clásica y judeocristiana. Nosotros somos quienes vamos a acabar con lo efímero de tanta presunción, a boetazo limpio. Dejadnos contemplar el sísifo esfuerzo de la imbecilidad democrática y de los derechos individuales que nos sirve, en bandeja, el exterminio de aquellas oscuras metafísicas. ¡Somos la salvación!
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