Es evidente que ZP no es un ratón de biblioteca. Es un carroñerito vulgaris que se quedó con el aparato por exclusión. Toda su vida política ha sido dar el pego. Quienes de su partido podrían tener acceso, capacidad y un cierto nivel de responsabilidad preferían una canonjía, dejando al sobredicho en el escaparate para que diera la cara y la voz hueca, tan hábil a la impostación y la impostura. ZP es un topillo carroñero con los euros a su recaudo pródigo para los amiguetes y el autobombo. A España la está dejando para barbecho. Son cien días como fueron sus cuatro años de anterior gobierno, inanes, fatuos y disparatados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario