viernes, 16 de mayo de 2014

"Ad mensam sicut ad crucem, ad crucem

sicut ad mensam" (A la mesa como a la cruz; a la cruz como a la mesa) es el lema que preside el refectorio de la Hospedería del Monasterio de San Juan de la Cruz. Las metáforas exigen un alto grado de reflexión. Pareciera que se hace posible ese convivio sagrado. De todos modos, el "frui" es disfrute y comunión total. Sobre todo cuando con Eduardo de cocinero y su mujer fuerte -¿quién la hallará?-, esos ángeles misteriosos, la gracia se expande en alma y cuerpo.

2 comentarios:

Eutimio Tercero dijo...

Las metáforas exigen un alto grado de reflexión al igual que los símbolos como instrumento de unión entre lo material e inmaterial, lo decible y lo indecible, lo finito y lo infinito. No se debe reducir la realidad a la realidad empírica, somos mucho más que simple materia y podemos acercarnos a conocer esa Verdad por los símbolos.

Taif dijo...

Para el buen corazón, Eutimio, mi mejor opinión (Eudoxia, su discípula)... Lo natural y la naturaleza van "mil gracias derramando por estos sotos y espesuras ... un no sé qué que quedan balbuciendo". Nos disponemos siempre a esa profunda experiencia, aquí también y en este ahora que es ya eterna. Gracias.