Clavijo (1), el del Camino de Santiago, hasta el que nos acerca a María como mejor medio para acceder a Jesús, testigos dos creyentes, en larte superior (2), recogidos en el retablo del altar mayor de la Iglesia de Santiago de la tan bella ciudad de Valladolid, hay un reconocimiento barroco de las fantasías teológicas y marianas de la devoción de los creyentes a través de la historia. Estas historias hay que conservarlas con toda su intensidad y tragedia, ingenuidad y ternura.
La única revolución pendiente es la de la conciencia y la de nuestros corazones, que poco tiene que ver con la agitación y la propaganda, hecha de atropello, mentira, violencia y muerte..
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