martes, 2 de julio de 2013

Espeluznantes imágenes de rebeldes sirios decapitando

a un sacerdote católico. El monasterio que habitaba como ermitaño fue asaltado por militantes vinculados a un grupo yihadista.
Estremecen estas escenas que nos remiten a un pasado tribal, miserable y canalla.
¿Donde están los defensores de los animales?
El sordo colaboracionismo con monarquías sostenidas y que sostienen a estos guerreros primitivos y disparatados, nos hace cómplices del crimen y del disparate. 

No hay comentarios: