a un sacerdote católico. El monasterio que habitaba como ermitaño fue asaltado por militantes vinculados a un grupo yihadista.
Estremecen estas escenas que nos remiten a un pasado tribal, miserable y canalla.
¿Donde están los defensores de los animales?
El sordo colaboracionismo con monarquías sostenidas y que sostienen a estos guerreros primitivos y disparatados, nos hace cómplices del crimen y del disparate.
Estremecen estas escenas que nos remiten a un pasado tribal, miserable y canalla.
¿Donde están los defensores de los animales?
El sordo colaboracionismo con monarquías sostenidas y que sostienen a estos guerreros primitivos y disparatados, nos hace cómplices del crimen y del disparate.
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