exterior". La ingente transferencia de ayudas públicas al Tercer Mundo por parte de los países desarrollados está en cuestión desde hace tiempo debido a sus nulos resultados a la hora de promover la riqueza y el progreso en las economías receptoras, además de suponer un caldo de cultivo idóneo para fomentar la corrupción política y financiar regímenes represores y dictatoriales. Tanto es así que incluso han surgido voces desde el Tercer Mundo denunciando que este tipo de subvenciones "matan a África" (Cfr. Dambisa Moyo con su libro Dead Aid).
. Acaban siendo un auténtico disparate que a nadie puede engañar. (LIBERTAD DIGITAL ECONOMÍA).
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