lunes, 25 de agosto de 2014

Un mundo sometido por matones subvencionados,

sin modelos democráticos ni garantías de las leyes ni de las instituciones, es un mundo violento y desesperanzado que tiene como única protección la sumisión, el silencio y las tragaderas hasta la identificación con los matones. Los "divertimentos" de Cardedeu, forman parte de un escenario semejante. "En Cardedeu son de la broma, pero de la broma en plan "Perros de paja" (Sam Peckinpah). Cardedeu, según el censo de 2012, tiene unos 18.000 habitantes, por lo que no es exactamente un pueblo. Tiene de pueblo que todo el mundo se saluda y de ciudad, que nadie conoce a nadie. A Jaime Gelada, concejal del PP en Cardedeu, casi nadie le saluda pero le conoce todo el mundo. Este hombre ha sido la última víctima de la Colla de Trabucaires local, una simpática hermandad reminiscencia de los coros y danzas, pero en versión moderna, a lo "borroka".  La Colla de Trabucaires es lo más chulo de Cardedeu con camisa azul mahón y boina roja. Pero ojo, no confundirse. Son los del "derecho a decidir", lo más granado de ERC, las CUP y Òmnium Cultural. (Pablo Planas en LIBERTAD DIGITAL)

1 comentario:

Anónimo dijo...

En Cataluña siempre ha funcionado mucho el halago y sobre todo el "sentirse halagado para sentirse alguien". Estos energúmenos de trabuco y alpargatas cumplen esa regla....Pobre Cataluña, y sigue su camino hacia el Abismo