Recuerda y agradece estas maravillosas raíces. San Ginés de la Jara reúne para sus fiestas a paisanos de dentro y de fuera. Más de fuera. Continúan vivas las casas antiguas, sus pequeñas plazas y sus callejas, el monumento al emigrante, la plaza de toros, todo el pueblo bajo Peñalta y la fuente de San Miguel. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el suelo donde se levantaba la casa de papa José y, al fondo, yendo hacia Orcera, la Fuente del Santo... ¡Cuántos recuerdos chicos ya sin testigos cerca de aquellos tiempos! Sin la Constantina y sin Benedicto, qué misterioso se hace el tiempo y cuántas memorias enmudecidas entre las casas bajo el soletón y se esconden en el cementerio "nuevo", camino de Siles. ¿Habrán empezado los encierros de las vacas?
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