jueves, 31 de julio de 2014

La arrogante exhibición de arbitrariedad, abuso de

poder, usurpación, prevaricación, malversación de fondos públicos... de Jordi Pujol y su clan, tal vez no sean más que el ápice que se inventó el nacionalismo, el independentismo y sus banderas corruptas para someter a charnegos, siervos y esclavos como putas usufructuadas, de usar y tirar. A pesar de todo todavía hay cegatos obnubilados con el mentado mercachifles, con el lamento de que toda la culpa la tiene España.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios castigó al pueblo catalán dándole larga vida al Muy Honorable.