domingo, 11 de enero de 2015

Cada uno tiene derecho a sus metafísicas, nunca sobre

los derechos humanos. Las opiniones son tan libres y estar por su voluntad de verdad como pueden ser irracionales, falsas y disparatadas. Las personas son siempre un único, un más allá, un misterio, siempre respetables, por muy canallas que lleguen a ser.

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