fotógrafo. La Vanguardia hizo una exhibición de torpeza, mezquindad y sectarismo que retrata el esperpento de un periodismo rendido y untado, con ocasión de dar cuenta de que la nueva Fiscal General del Estado había firmado la imputación de Mas. Y no es sólo que la otrora Vanguardia Española tenga querencias de poder subvencionado sino que el lacayismo continúa infectando a periodistas y hasta los mejores objetivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario