Sevilla y arrasar con la Semana Santa según Begoña Gutiérrez. Vuelven los últimos iluminados sobre sus caballos del apocalipsis con la antorcha divina en sus manos y fuego en sus ojos, la ignorancia y la estupidez como amalgama de un totalitarismo de la miseria y la inferioridad moral. Estos flamígeros, supremos y virtuosos vienen con la ilusión mágica de la trasformación de la sociedad con la espada, el fuego, el azufre y el horizonte antiguo de almorávides, almohades y benimerines y la fatuidad histórica de su demoníaca arrogancia. Efímeros, pero qué plomos.
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