martes, 18 de agosto de 2015

Los charnegos que éramos todos desde los romanos

resulta que fuimos deportados, como los judíos, para infectar a la raza catalana. Ahora viene una actriz de la lista de Mas a exponernos sus investigaciones y elucubraciones: "Franco llenó trenes de gente a ver si nos diluía". Montserrat Carulla, uno de los últimos fichajes de Junts pel sí (que debería morirse de vergüenza por tanto racismo y xenofobia acumulada), dice que Franco "llenó trenes de gente" para diluir la identidad catalana... desde toda España. (Sobre todo de andaluces y murcianos, ¡claro!).
Señorita Carulla: Nosotros llegamos a la Estación de Francia de Barcelona en un tren que nos dejó la nariz y la piel negras, después de día y medio de viaje desde Andalucía. Recuerdo, con seis años, la madrugada de aquel día. Nos esperaba nuestro padre y algunos parientes. Gracias a que no estaba usted entre la policía que nos abría las maletas, al parecer, para evitar el estraperlo. ¿Qué habría hecho con aquellos desgraciados? ¿Devolverlos? ¿Perseguirlos y reconducirlos a un gheto para no contaminar su persistente necesidad de cierta limpieza de sangre? ¿Gasearnos? La misma sangre compartida en este pueblo mezclado y transterrado desde Atapuerca, los romanos, cartagineses, judíos, griegos, bizantinos, godos, moros, con sus costumbres pluriformes y abiertas, se extendió y multiplicó con una peculiar voluntad de diversidad y acogimiento, libres e iguales. 
Esta sangre generosa se ha multiplicado dentro y fuera. Lea un poco. Entérese y abra su mente como han abierto y entregado sus brazos y su ingenio quienes tuvieron que emigrar o quienes hemos querido ir allí o a cualquier parte de España porque nos pertenece a todos. Y entera, como hombres libres e iguales. Entre tantas otras notables razones porque la hemos hecho entre todos desde el principio de los tiempos. Tal vez así no se extinga ni usted ni los "suyos".

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