Una extraña compañera se hizo un lugar en mi baño
con un obsesivo requerimiento. No me di cuenta. Entraba y salía de mi casa en mi ausencia y pareció encontrar allí su lugar secreto. Hasta que la descubrí con un susto inmerecido, pero grande. Se enojó porque suponía que tenía derecho a lo que yo creí que era tomarse demasiadas confianzas...
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