PODEMOS es una formación cada día más sincera en la exhibición del código de desvalores antidemocráticos que constituye la esencia de su proyecto político para España. Durante un tiempo se concedió a sus dirigentes el beneficio de la duda producido por su inexperiencia política, pero lo que realmente revela su escala de prioridades es el rostro de un partido identificado, por acción y por omisión, con las posiciones ideológicas que han jalonado la historia de Europa con pobreza, dictaduras y las peores tragedias humanitarias. No están equivocados cuando defienden al Gobierno de Maduro, al matón sindicalista Bódalo o a los presos etarras, ni cuando se abstienen de pedir la liberación de Leopoldo López. Son herederos de una mezcla rancia de marxismo, estalinismo y chavismo, que han sabido aprovechar dos crisis, la económica del país y la de identidad del PSOE, para colarse en la visceralidad de un sector de la izquierda desconectado de los valores constitucionales.(PERIODISTA DIGITAL)
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