sábado, 14 de junio de 2014

Desconsuelo al principio del Mundial de fútbol.

La inconsciente táctica de la autosuficiencia y el desganado encaje con el balón siempre a las faldas de una portería ultradefendida, desmantelada la defensa y humillada por un Robben-cohete, nos condujo a una humillante derrota. Sólo nos queda la genialidad futura como a Sergio Ramos con su famoso penalty soberbio y sobrado.

No hay comentarios: