Entre la pluriforme propuesta informativa hemos

dejado huellas en lugares estratégicos. Una en agradecimiento a los policías en el terreno donde guardan sus "lecheras" en Calella. La gran mayoría de las pegatinas permanecen, discretas, pero enhiestas en su sitio. Las colocadas en la ventana de la Iglesia, donde se exhibe la bandera independentista y la convocatoria a la Asamblea de Cataluña ha sido "arruñada".

Por cierto, en los Agustinos han reducido las misas en español y la de ayer, sábado, víspera de Pentecostés, reducida a una. Sólo cuentan con un fraile sacerdote sin piernas. Como no se espabilen los cristianos...