presencias entre los toledanos que necesitan y se inventan requiebros para ayudar a la propia fe ante el tremendo "defecto de los sentidos"... Y estos se exaltan y exultan por la necesidad de un Dios cercano y por la Gracia comestible. Las fotografías son de una semana antes en la la Plaza de Zocodóver.
La filigrana de la Custodia que se guarda para su servicio de exponsorio en la catedral de Toledo, particularmente para este día, como en el resto de catedrales e iglesias, testimonia ese deseo de los hombres de un Dios cercano, cumplido en la Encarnación, pero con la tentación de hacerlo a su imagen y semejanza, divinamente elaborada.
Porque la validación, definitiva, de la presencia de Dios para los cristianos es el amor a los demás hombres, al prójimo...
Es hora de autentificar la fe en el auténtico Cuerpo de Cristo.
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