El reducto que hizo de carcelilla de San Juan de la Cruz

(esta reja, símbolo de cárcel, está en el barrio judío; refiere más el aherrojamiento del perseguido y odiado frailecillo que revolucionó el sentido de la vida y el amor de Dios. Su cuartujo era más bien un retrete destinado a las evacuaciones). 

en Toledo. Del monasterio sólo queda una referencia de aquel pequeño hombre y su memoria viva.