martes, 17 de marzo de 2015

El alegato ético de fondo lleva a mi admirada Ángeles

Caso a lanzarse a la política con PODEMOS. Sorprendente decisión que nada tiene que ver con el cinismo y la vacuidad de la partida escogida y que, a mi juicio, la acerca más a la reforma religiosa de una contemplativa entregada ya al amor de sus conciudadanos.  Albert Rivera la acogería con gusto al compartir su voluntad de convivencia desde la regeneración democrática y la justicia y no desde el resentimiento y la rancia fatuidad de PODEMOS. "Rechazo el cinismo -dice- de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser". Son éstas las palabras de Ángeles Caso (1959) de un artículo en 2012, palabras premonitorias del que será ahora su futuro inmediato. La periodista y escritora será la cara de Podemos en Asturias dando así forma a lo que un día fueron palabras" (EL MUNDO). A esta joven "fumadora empedernida, tímida y muy educada, mi admirada joven Ángeles Caso, que se escapa cada vez que puede a su casona asturiana para desconectar, le recomendaría,  para acertar, que no se engañe y "que venda todo lo que tiene, lo entregue a los pobres y siga los pasos de Jesucristo" y que se deje de mariconadas... Con afecto y admiración. 

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