su protección y maravillosa referencia de sencillo carpintero, entregado a una insólita vocación, proteger y hacer posible la historia de Jesús, la historia de nuestra esperanza. De un tiempo a esta parte frecuento las imágenes con que sus devotos lo han soñado y a mi me emocionan. Traigo aquí la de su envidiable Tránsito, entre Jesús y María (ese soco que es mi calle en Santa Cruz). Una pequeña hornacina, cerca del presbiterio, en el lado del evangelio, guarda la devota escena que evoco, entregado Taif, incluso con su barroco empalagoso en la iglesia de San José, entre las calles Sierpes y Tetuán de Sevilla, de no menos desbordada devoción.
(Escucho de fondo y contemplo a Hélène Grimaud transida de belleza pura con su piano de música absoluta y pasión contenida).
(Escucho de fondo y contemplo a Hélène Grimaud transida de belleza pura con su piano de música absoluta y pasión contenida).
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