Y aho­ra la cul­pa la tie­ne... ¡Es­pa­ña!

"Pri­me­ro fue­ron los «des­pia­da­dos» mer­ca­dos, lue­go la «per­ver­sa» Mer­kel, más tar­de la «pér­fi­da» troi­ka y sus «be­lla­cos» hom­bres de ne­gro... y aho­ra le to­ca el turno al Go­bierno de Es­pa­ña co­mo enemi­go de los grie­gos y res­pon­sa­ble de los ma­les que les acon­te­cen. Ayer, el pri­mer mi­nis­tro he­leno, Ale­xis Tsi­pras, acu­só al Eje­cu­ti­vo de Ra­joy de un pre­sun­to y de­li­ran­te com­plot in­ter­na­cio­nal pa­ra de­rri­bar a su Go­bierno. Pa­re­ce que el lí­der po­pu­lis­ta ha en­tra­do en una fa­se fan­tas­ma­gó­ri­ca que le ha­ce ver ma­nio­bras os­cu­ras, som­bras de sos­pe­chas y tra­mas pa­ra­noi­des allá por don­de mi­re. Se­gún Tsi­pras, «nos en­con­tra­mos con un eje de po­de­res, li­de­ra­do por los go­bier­nos de Es­pa­ña y Por­tu­gal..." (ABC).
El divino Pablito piensa lo mismo.