Antonio Robles: "Bandadas de niños consentidos

(Niño-Saturno devorando a sus padres)

incapaces de hacerse cargo de sus obligaciones delatan la frivolidad de miles de padres".

No sólo de los padres, respetado Antonio, no  sólo de unos esforzados héroes que probablemente no sabían dónde se metían, sino de nuestra incapacidad de democracia, es decir, de asumir nuestras responsabilidades públicas a la hora de gestionar nuestras propias vidas y nuestra convivencia. Responsables somos todos los ciudadanos y, sobre todo, cuantos tienen más poder para influir en los modelos éticos de identidad y ciudadanía. Abandonados padres y maestros a su suerte, se promueve la inconsciencia, la dejación, los instintos primarios con referentes éticos como los de la ley de la selva o de la tribu... Redes sociales, radios, teles, periódicos, revistas... ansiógenos y, en el desbordamiento, promotores del ir "escapando"... No es extraño el triunfo de los delirantes...