lunes, 17 de noviembre de 2014

Antonio Muñoz Molina reflexiona sobre la corrupción.


..."Está bien que por fin los jueces cumplan con su tarea, y que los culpables reciban el castigo previsto por la ley. Pero un juez es como un cirujano, que intenta remediar algo del daño ya hecho: la decencia pública no pueden garantizarla los jueces, en la misma medida en que la salud pública no depende de los cirujanos.
Los ánimos están muy cargados, y la gente exige, con razón, una justicia rápida y visible, pero no se puede confundir el castigo del delito con la solución, aunque forme parte de ella.
 
El puesto de un corrupto encarcelado lo puede ocupar otro. El daño que causa la corrupción puede no ser más grave que el desatado por la masiva incompetencia, por el capricho de los iluminados o los trastornados por el vértigo de mandar. 
Lo que nos hace falta es un vuelco al mismo tiempo administrativo y moral, un fortalecimiento de la función pública y un cambio de actitudes culturales muy arraigadas y muy dañinas, que empapan por igual casi todos los ámbitos de nuestra vida colectiva (PERIODISTA DIGITAL).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mac:Anteayer le escribí uno o dos tweet
a Antonio Muñoz Molina,diciéndole que los mejores no pueden estar callados ante tanto político malo y que no se contaminaría con alzar su voz,máxime cuando él me había dicho a mi,en una feria del libro que en España "lo que hay es mucho silencio",al firmarme uno de sus libros.Esto es una casualidad.