Anduve por la Plaza Ibiza. Eché octavillas en las Galerías. Vi al chaval del Restaurante Don Jamón. No quise ponerle en evidencia. Estaba a tope y los camareros no paraban. Luego, en el superCor de Maragall -frente a la Casa de los Navarros- (puse varias en la estantería de los vinos y en los periódicos deportivos): no sé si tienes la posibilidad de comprobar qué ha sido de ellas. En Cartellá, en varios edificios…
¿Has pensado en la posibilidad de que hagamos una distribución en grupo en un sitio emblemático (Plaza San Jordi) en la semana del 10 al 14? Bajaré para coincidir con Españoles y Catalanes, Catalanes y Españoles en la misa en memoria de las Víctimas del Terrorismo, el día 11 en la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, y me quedaré el resto de la semana en el Turó. ¿Y lo de poner una mesa, como me decías? A lo mejor podemos coincidir muchos del grupo.
He visto, en algunos casos, que la octavilla parece un ascua ardiendo entre las manos… El miedo de la gente y no querer líos es superior al que creía. Necesito más datos. Seguro que hay gente entusiasta como nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario