martes, 11 de marzo de 2014

La independencia la declararemos, no la pediremos

(Marta Rovira, ERC). Si el delirio impune (y civilmente funesto) y los catalanes que se sienten españoles (españoles lo son todos, se sientan o no) jugaran al "corro de la patata" independentista, podríamos llamar Marca o Charnegolandia a la Cataluña que Marta Rovira quiere independiente con más razones que ella. Los charnegos que ella ignora (que gasea metafóricamente) tienen el derecho y la confianza de un único Estado, España mal que les pese, que sabrá defender(?) a todos los españoles que como constituyentes tienen los mismos derechos para definir nuestro estado que la tal Marta Rovira. Treinta años de acoso y derribo, de mentiras y deslealtades contra nuestra identidad común (de siglos), no pueden poner en riesgo el éxito civil de España, menos por el 3% de secesionistas, reaccionarios y xenófobos. Es indignidad y delito que a nuestros "en-butaca-dos políticos" no les afecte esta situación y estos desasosiegos. Su cobardía y desidia roza la alta traición.
Una voluntad de progreso y solidaria que exige un esfuerzo constante por la libertad, la igualdad y la mejoría de condiciones de todos los hombres, nada tiene que ver ni con ERC (más nazi-sociata? y xenófobo con estrategias rebañales, paternalistas y de gymcana) ni con el café con leche desleído de I.V. y, menos con el PSC, ese oportunista nazistón vestido de rojo.
¡MÁS DEMOCRACIA ES LO QUE HACE FALTA!  Pero, claro, eso es de adultos, de gente responsable. Y hay que trabajar, lejos de los entretenimientos de colonias y boyscouts.

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