que mientras un tercio de los españoles está bajo el nivel de la pobreza y sin trabajo, un magistrado dispone una indemnización por despido improcedente de varios millones de euros a los directivos de CATALUNYA BANC rescatada de los desgraciados ahorros de los sueldos desgraciados de los no menos desgraciados contribuyentes. Tal vez la guillotina se pensó para quienes crearon estas leyes y para quienes se benefician de ellas. Como se dice en PUBLICO (también lo leo): "No lo llames Catalunya Banc, llámalo estafa". Mejor: ¡expolio!
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