"La principal esperanza para los cristianos de esta zona del mundo es que se oiga su voz y que la presión internacional pueda frenar el avance del Estado Islámico. Para ello, la Fundación Tierra Santa ha inaugurado un ciclo de conferencias en España para dar a conocer "la persecución, el drama y el desamparo que están viviendo ahora mismo en los países de mayoría musulmana"... "En un breve relato autobiográfico, describió varias detenciones por denuncias de radicales islámicos, palizas, su participación obligatoria como servicio militar en las guerras con Irán y del Golfo, el asesinato de hasta 25 personas de su familia y de varios amigos (entre ellos el editor de su tesina de licenciatura, considerada "ofensiva" por los islamistas) y un atentado personal en 1990 en el cual murió un primo suyo al interponerse entre él y los disparos. Su propio padre fue asesinado tras la caída de Sadam Hussein y la implantación del actual régimen chií. "Todos los cristianos de Irak tienen una historia similar a la mía, o peor", puntualizó"...los cristianos en Irak hemos vivido desde siempre marginación y persecuciones" aunque, subrayó, "no somos refugiados ni inmigrantes, ésta es nuestra tierra". En su infancia y juventud eran denominados "sucios nazarenos" y padecían un estigma social: "nuestro consuelo al llegar a casa era la lectura de las Escrituras, y en particular el salmo 23: ‘El Señor es mi pastor, nada me falta’…".
Recomiendo, sin embargo, la experiencia del místico sufí, de padre murciano y madre beréber...
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