sale con dos orejas, rabo y vuelta al ruedo con aplausos de los nada honorables compinches de un ladrón de tomo y lomo, fachón, cutre y arrastrao. Helo ahí alborotando cuentos:
- Yo lo único que he querido es construir Cataluña, "fer país"...y necesitaba recursos.
- Ustedes dirán que he estado llevándomelo crudo, yo y mi familia, como nadie en España, y que llevo mintiendo más de treinta años a todos los ciudadanos, pero nunca he sido un político corrupto.
Pena de espectáculo, de cinismo y de miseria política.
Este farsante y vividor, cuentista empedernido, no puede ocultar la mezquindad de su estúpida arrogancia abroncando, incluso a los parlamentarios. Todo muy penoso.
Albert Rivera, habría sido más que oportuna tu denuncia en español que es la lengua que este petimetre ha avasallado, perdida toda sombra de dignidad y respeto a los charnegos que tanto ha despreciado y de los que ha estado viviendo. Él y su troupe.